El alma rota. Todos los ideales en los que creía o han quedado en el olvido, o un cani se los ha cargado. ¿Por qué esta mal visto decir "te quiero" o "te amo" cuando estás seguro de lo que sientes?. Te miran raro, pareces un psicópata, un pervertido, vete tú a saber qué. Es mejor decir "me gustas", como en una publicación de Facebook, claro. Los sentimientos de ahora a los de antes son como el béisbol al criquet. Una hermana furcia famosa.
Los placeres físicos han descuartizado a los sentimientos. Los han apaleado y han hecho carne picada con sus restos.
La mente rota. Los medios de comunicación han edulcorado tanto la realidad, que ya no sé qué es cierto y qué falacia. Los noticiarios, que deberían ser objetivos, meten ideales políticos subliminalmente, ninguno se salva.
Los programas de entretenimiento, antes divertidos y educativos, se han transformado en la retransmisión de un zoológico en diferido. 24 horas de tele-mierda (porque, en la basura, al menos, se pueden encontrar cosas de utilidad) que nos muestran tías pechugonas contando sus intimidades y a tíos con más esteroides que neuronas dentro de su cuerpo, que presumen de su cuerpo y hacen alabanza de un estilo de vida en el que el hijoputismo y la cara dura predominan sobre los buenos valores éticos.
Luego nos quejamos de que los niños empiecen a guarrear con diez u once años. Nos lo tenemos merecido. Esta es la sociedad que hemos creado. Tanto unos por sacar tajada, como otros por hacerles caso e intoxicarnos con los excrementos que sueltan por la boca cada vez que hablan. Ahora en serio, a quién me vuelva a hablar de la princesa del pueblo, le daré con un diccionario en la cabeza con toda mi mala saña. No puedo decir que esa mujer es tonta, pues se ha hecho millonaria por acostarse con un asesino de animales, que también tiene cojones la cosa, pero alguien con el CI de una mofeta muerta no merece tal título.
El alma y la mente rota, sí, pero ni un sólo síntoma de preocupación en mi sereno rostro. El ser amargado que despotrique contra lo establecido no es más que un asocial, un paria, un mierdecilla que no vale un duro.
A veces me gustaría dejar de pensar, ser como la inmensa mayoría, uno más. Saber qué es lo que les lleva a tomar como modelos de conducta a estos esperpénticos personajes, que no saben hacer "la O con un canuto".
Dejar de tener sentimientos y guiarme por los placeres carnales y por los instintos.
Luego pienso, ¿estoy tonto?. No soy el único que piensa así, lo doy por hecho. Lo que pasa es que encontrar una aguja en un pajar es una ardua tarea, pero, con saber que existe dicha aguja, me doy por satisfecho.
La oscuridad sigue inundando las calles, pero pronto amanecerá. Estoy seguro. Nada es para siempre. Buenas noches, soñad hasta que la luz os haga abrir los ojos.