domingo, 12 de febrero de 2012

Zambullida en el abismo; 1º Perdido en la espesura.

Abandonado por su clan, el niño tuvo que buscarse la vida por su cuenta. No tenía a nadie detrás suyo para protegerle. Convivió con los animales de la selva, huyendo a veces de los depredadores; jugando con los cachorros en otras.
Pero se sentía vacío. Por las noches, cuando el silencio y la oscuridad inundaba la rama que el hizo su hogar, el niño-lobo miraba a la Luna, extasiado por el dulce brillo que esta emitía. Este estado de euforia le llevaba a meditar sobre infinitas incongruencias, cábalas, castillos en el aire...
¿Habría otra persona en esa espesa selva en su misma situación?, ¿tan odioso debía ser para que todos le repudiasen? o ¿qué es eso que llaman "ser feliz"? eran algunas de las preguntas que se hacía mientras contemplaba ese brillo que a nosotros a diario alumbra.
Entonces apareció esa zagala de pelo negro y tez morena, con los ojos verdes, un verde incomparable a todo lo que le rodeaba y, sin saberlo, esa niña revolucionaría su mundo.


Crónica de una masacre inesperada

Se venden sentimientos. Porque dudo que un corazón roto lo quiera alguien.