domingo, 4 de enero de 2015

Shiawase

Es duro enfrentarse a un folio en blanco. ¿Qué puede expresar en un blog alguien que se siente vacío por dentro? Nada.
Y eso es lo que voy a escribir a partir de ahora. Esta es mi última confesión.
Comencé esto hace 4 años, buscando soltar todo lo malo en mí, pero no ha servido de nada. Sigo igual de inmaduro, sigo intentando mantener un sueño que no se va a cumplir, que, a pesar de que el mundo se confabulase para que ocurriese, no podría llevarse jamás a cabo.
He pasado como un susurro por la vida de las personas que he conocido, y como un susurro me he ido. Y aquellas personas que se intentaron esforzar en escuchar dicho murmullo, no hallaron más que un canto de sirena, palabras bellas y vacías, carentes del calor que me hubiese gustado imbuirles.
Siento que este no es mi sitio. No sé muy bien cuál es, pero no es Trujillo, ni Cáceres. Creo que ni siquiera es este mundo. No me gusta esta realidad, y creo que yo no le gusto a ella, pero me trae por culo lo que piense. Me vuelvo a mi burbuja.
Soy feliz en mi propio universo de guerreros, brujos y esquizofrenia. En Navea, tengo gente por la que luchar, objetivos que cumplir, el valor que me falta. Zaratustra se ha ido comiendo a Josema poco a poco. A día de hoy, lo único que me ata a este mundo es la promesa, ya carcomida y marchita por el paso de tiempo de salvar a alguien. Sin embargo, cómo puedo salvar a alguien, cuando no he encontrado la forma de salvarme a mí mismo.
Intento tirar de mí mismo, pero no me quedan fuerzas. Quiero salir de este círculo vicioso de soledad, noches en vela y pizzas del Domino's.
Quiero muchas cosas.
Quiero ser feliz.
Quiero a alguien por el que merezca la pena ser feliz.
Quiero vivir.

Pero que nadie se preocupe por mí, me las apañaré. Lo bueno de no estar unido a nadie es que no dolerá tanto cuando huya lejos. Que nadie llore mi ausencia, eso es todo lo que quiero.

Que seáis felices, y la vida os trate bien.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Destati

La luz da calor, pero la oscuridad estará ahí siempre acompañándote. No hay nada más fiel que la oscuridad, ni siquiera uno mismo.

lunes, 5 de agosto de 2013

Imposible se escribe con H.

Imposible se escribe con H, con esa consonante que no se escucha, pero se siente. Esa consonante odiada por todos aquellos que cometen faltas de ortografía. Esa incomprendida ramera que huye cuando la buscas y que se cuela cuando no quieres verla.

Imposible se escribe con H por definición propia, porque nos han inculcado desde pequeños que no hay nada que no podamos lograr. Que, si pones todo tu empeño, el universo saldrá de su propia entropía para confabularse en tu bien, porque tú, a diferencia de los otros siete mil millones, eres especial.

Y esto no es así, y solamente nos cercioramos de nuestro error cuando ya es tarde, y el dolor, la ira y la impotencia se montan un menage-a-trois en un bolo de saliva atascado en la faringe.

No somos ni Clark Gable, ni tampoco Elisabeth Taylor. Somos seres corrientes de vidas que creemos únicas, que madrugamos cada uno de los insulsos días de nuestras miserables vidas esperando una explosión que rompa con los muros que nos acorralan, pero que nunca llega.

Cada uno luchamos contra un imposible que, a veces, nos hemos incluso autoimpuesto por miedo, por codicia o por pura impertinencia, pero que condiciona cada uno de nuestros actos, y merma nuestras cualidades físicas y psicológicas. Y, aunque sabemos que estamos mal, y que está en nuestra mano el cambiar la situación, rara vez actuamos. Es más cómodo que los problemas se los lleve el viento y el tiempo cure las heridas, ¿no?

Somos autómatas sin oficio ni beneficio que les gusta pensar que un "aquello" etéreo solventará sus problemas, sus "himposibles".

P.S: No digo que no haya que disfrutar la vida, es sólo que... no sé, el folleto informativo que me dieron en el útero materno no mencionaba todo lo que hay aquí afuera.

sábado, 23 de febrero de 2013

Boa

Aquí empieza mi nueva obra (quizás mi primera obra seria). Voy a subir cada sábado un capítulo, a veces más largo, a veces más corto, todo depende de lo aburrido que me encuentre. Cada archivo lo subiré a mi cuenta de MEGA y os iré poniendo los enlaces en esta entrada, ya que, básicamente, sea lo único que escriba en estos meses. Un abrazo y espero que os enamoréis tanto de Maeva como lo he hecho yo.

Prólogo: https://mega.co.nz/#!e5Zk2BQL!Ydc8ZlzDxXZuHv_b0-NNR0HBzo4CqlrOAHU8ctDZALQ

martes, 19 de febrero de 2013

Don Caraclasclas

- Buenas noches, Don Insomnio, largo tiempo ha pasado desde la última vez que su ilustrísima me honró con su visita.
- Buenas noches Don Caraclasclas. En efecto, largo tiempo hacía. Mas no te apures, vengo para quedarme. Es lo que tiene dejar la puerta abierta, que puedes disfrutar del paisaje de fuera, pero corres el riesgo de que entre gente indeseada.
- Pero, Don Insomnio, ¿por qué has venido? Quiero que te vayas, era feliz antes de que tú llegaras.
- ¿Eras feliz? ¿Por qué te engañas a ti mismo?


...¿Era feliz?, ¿he sido feliz en algún momento durante los últimos cuatro años? No lo sé, ahora mismo dudo de todo, y de todos. Incluido de mí mismo...

De niño me dijeron que el mundo era un mundo lleno de posibilidades, que los sueños se cumplían, que podía volar por encima de las alambradas... pero se les olvidó mencionar que para tener la oportunidad de volar primero debía vender mis alas. Renunciar a mis sueños. Renunciar a todo lo que una vez pude señalar como mío con una sonrisa. La sonrisa de un niño, oh, cómo las echo de menos. ¡Quién tuviera otra vez seis años, quién pudiera volver a sonreír!

Quise cambiar el mundo, pero el mundo me ha cambiado a mí. Hoy he entonado el Réquiem con lágrimas en los ojos. Hoy me he quitado el velo. Hoy he visto la inmundicia en que este mundo está sumido, y me han entrado ganas de cortarme las venas con la Daga de Damocles que se cierne sobre mi cabeza.

Hoy... Hoy es el principio del final, y no hay nada que pueda hacer para evitarlo...


- Tiene razón, Don Insomnio, adelante, póngase cómodo.

Suena una puerta cerrarse. El fuego crepita en el interior de la pequeña habitación, pero el vaho de las respiraciones nubla el ambiente. Podrían los leños arder eternamente, que el frío pernoctaría en mi mismidad una noche más.

lunes, 4 de febrero de 2013

Traga, traga, traga.

Aconsejo encarecidamente ver el siguiente video antes de continuar leyendo. Apenas son 4 minutos que pueden hacerte reflexionar sobre la existencia humana, sobre la mecanización de las relaciones personales, sobre uno mismo...



Caer. Como caía antaño, como seguramente seguiré cayendo. Porque el futuro es incierto, es un prado fértil en que cultivar tus sueños... Siempre que se tengan sueños, claro.

Es difícil ser feliz cuando todos y cada uno de tus sueños se han ido haciendo trizas poco a poco, como una copa de cristal estrellándose estrepitosamente contra el suelo. Sueños difíciles de conseguir algunos, sueños que casi rozan el ser un derecho inalienable, otros.

Mas he de sonreír.

Aunque no tenga ganas, aunque sienta que el mundo se me viene encima, aunque persista el sudor frío y las punzadas en la columna, he de sonreír.

Porque ese es mi deber. Porque, aunque la felicidad sea un don que me ha sido arrebatado, no puedo arrebatársela a los demás, y mucho menos a quienes me rodean. He de sonreír, para que los que me quieren, sonrían conmigo. Para sembrar una felicidad que yo no consumiré, pero que hará la existencia más amena a alguien que quizás la necesite más que yo. Para quizás conseguir así la redención, y encontrarle un sentido a esta existencia sin pena ni gloria.

Bendiciones y buenas noches.

domingo, 27 de enero de 2013

El calor del invierno

Hoy toca hablar de ella.
Tan castiza, tan risueña, con tantísimos pájaros en la cabeza que parecía que volaba (que no digo que sea malo, es importante tener ideales).
Ella era una maleta llena de sueños, era una sonrisa perenne, era una llama en mitad de la noche.

...Una llama marrón en invierno.

Una llama verde en verano...

La llegué a querer como a una hermana, fue de las pocas personas en quién 
realmente pude confiar durante esos dos años. 

Ambos fuimos el bastón sobre el que el otro pudiese apoyarse, 
y el cuenco sobre el que llorar nuestras amargas lágrimas.

Era demasiado pasional. Joder, tenía un corazón que no le cabía en el pecho. Era una bendita loca... 

Era mi bendita loca...

Luego llegó la universidad, y con ella la distancia... 
Distancia relativa, por supuesto. Porque vivía a trescientos metros de mi residencia.
Pero pasó lo que más temía. Las charlas diarias se transformaron en semanales. Más tarde en mensuales, y, hoy en día, son inexistentes. 

La vida nos lleva por extraños derroteros.

Y, ¿sabéis qué es lo peor? Que el tiempo hace el olvido. Como una enorme barrera que día a día ha ido levantándose, ladrillo a ladrillo, entre nosotros, nuestra relación se ha ido quedando en los recuerdos de ambos. Al menos por mi parte, grabados a fuego.

No sé si alguna vez leerás esto, pero si lo haces, date por aludida, porque eres tú. Eres tú, como fuiste tú en Bachillerato, como espero que un día vuelvas a ser tú.

Sólo quería decirte que te echo mucho de menos, que me jode que hallamos llegado a esta situación de desconocimiento total. Y que me gustaría que las cosas volvieran a ser como fueron antes. En los buenos momentos en que "asaltábamos bancos". Quisiera que volviéramos a ser los Bonney y Clyde que fuimos...

Pero claro, yo también estoy hecho un soñador con miles de pájaros en la cabeza... 
Quizás te halla ido bien sin este pesado, y no te importe... Si es así, estás en tu derecho de seguir con tu vida, pero toda esta carta no es más que para decirte que se me haría añicos el alma si eso fuese así... Y también para decirte que quiero empezar de nuevo, como si no hubiese pasado nada...