jueves, 19 de enero de 2012

I just wanna feel that I'm alive

El recorrido se está poniendo cada vez más cuesta arriba. No estoy seguro de que pueda terminar y llegar a la meta el primero. Asco de vida, nunca podemos dar nada por hecho, nunca podemos hacer planes. El destino, el Karma, Dios, lo que sea, se divierte llevándonos por el camino de la amargura, haciéndonos sufrir, marchitando las relaciones humanas.
Me creí lo suficientemente fuerte para vagar solo por la senda de la oscuridad. Creí tener la suficiente luz para salvar a todos los que se encontraban perdidos, ciegos. Y sólo conseguí consumirme, diluirme en las tinieblas. Olvidé lo que era la luz, aunque la emitía por cada poro de mi piel. Olvidé lo que era el calor. Temblaba de frío. Estaba solo. Abandonado.
Me tocó aparentar ser feliz, dibujar una falsa sonrisa  en mi cara. Grande, muy grande, para que la gente no se diese cuenta de las consecuencias de una noche de meditación en silencio. Insomnio. Lucha interna contra mis demonios.
Me entregué a la bebida. Quise silenciar mis problemas mirando a otro lado y pasando de todo. No pude estar más equivocado, porque huir de los problemas no es, y nunca ha sido la solución. Cuando estés exhausto te acabarán alcanzando porque, al igual que los zombies, estos nunca se cansan.
Y se me acabaron las fuerzas, me sumí en la oscuridad, no solo no pude salvar a nadie, sino que encima me condené a mi mismo a una vida de penurias. Un sufridor inanimado. Una vida latente. Un final.
Pasé mis últimos años sin pena ni gloria, sin ninguna motivación, sin ningún ideal ni sueño.
Lo tuve todo y lo acabé perdiendo, quise hacerme el duro, en lugar de afrontar mi debilidad, asumir que siempre he tenido buenas intenciones pero no he podido llevarlas a cabo.
La otra teoría es que me ha faltado valor. Será que soy un cobarde...

NO PUDE SALVAR A NADIE

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